Si para ver el Parque del Capricho en todo su esplendor hay que esperar a que florezcan las lilas, la Quinta de los Molinos es visita obligada cuando florecen sus almendros, y es que este magnifico parque se convierte en un adelanto de la primavera madrileña.El nombre lo toma de dos grandes molinos de viento, que para abastecimiento de agua se instalaron en 1925.
Son numerosas las fuentes que salpican el recorrido del caminante.
Su ultimo propietario fue el arquitecto urbanista D. Cesar Cort, que la recibió como regalo del conde de Torrearías.
En el fondo del parque nos encontramos con el palacete, que se empezó a construir en 1925 rodeado de lo que era la finca original, y que posteriormente se amplio con la compra de varias parcelas.
De la misma época que el palacio es la llamada Casa del Reloj, cerca de donde se sitúa la zona de huerta y que fue residencia de verano, muy próximo nos encontramos con en invernadero.
La Quinta de los Molinos esta catalogado como Parque Histórico de Madrid.
Hay que pasear sus caminos, entre almendros mimosas abedules... que nos acompañan en el recorrido de esta huerta jardín superviviente de lo que fue esta zona de las entonces afueras de Madrid.
El Parque Quinta de los Molinos tiene su entrada por la calle de Alcalá a la altura del Metro de Suances
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